Pablo Herrero
2002, Gijón
#77, MiniGP 140
Miguel Herrero
2006, Gijón
#44, MiniGP 110
Siempre dicen que el primer rival en la pista es el compañero de equipo. En este caso, quizá habría que decir que el primer rival es el piloto que vive en la habitación de al lado. Al menos, para Miguel Herrero, quien aunque no coincide en la pista con Pablo Herrero, su hermano, sí que se fija en él para intentar ser más rápido.
“A los dos les gusta conocer niños nuevos, de otras provincias, y aprender de ellos, porque como dicen: “llevan muchos años en esto” y creo que les tienen de referencia para su aprendizaje. Pero Miguel, el pequeño, quiere a toda costa, ser más rápido que Pablo en todos los circuitos. Siempre me pregunta ‘¿qué tiempo hace Pablo?’ Y luego cuánto hace él…”. Quien explica esto es Alfonso, padre de Pablo y Miguel, una de las dos únicas parejas de hermanos que corren este año la Cuna de Campeones junto a los Carpe.
Pablo tiene ya doce años y empezó a montar en moto con diez, en la primavera de 2013, a la vez que su hermano, que empezó con seis y ahora tiene ocho. Y todo empezó… por su padre. “Ellos vinieron a verme a varias carreras que corrí y que ganamos (MAC90 de resistencia) en Jerez 2009 y repitieron en Jerez y Albacete 2010, de hecho subieron al pódium conmigo. Ya les gustaban las motos, porque tengo una tienda desde hace 16 años, aunque les daban un poco de respeto. Luego en 2012 creé una escuela de conducción para adultos y en 2013 la amplié a niños de 5-15 años y probaron. Les gustó y los reyes magos les trajeron dos MiniGP en 2014.
En 3 meses aprendieron a cambiar las marchas y se apuntaron al campeonato de Asturias, en el que terminaron como campeones cada uno de su categoría”, detalla su padre.
Campeones de Asturias
Como en 2014 ganaron el campeonato de Asturias, este año buscaban que aprendieran a llevar las motos más rápido y por ello, sus padres les apuntaron a la Cuna. “Creemos que ofrece una muy buena base por su alto nivel y su coste contenido”, añaden.
De momento se plantean objetivos modestos para esta temporada. “Sólo queremos que conozcan circuitos y que rueden mucho. Con los kilómetros que hagan, ganarán en destreza y mejorarán su pilotaje. Nos gustaría que a finales de año estén cerca en tiempos de los niños que están delante. Queremos que este año cojan soltura y, si podemos económicamente, para 2016 repetir y luchar por las primeras posiciones nuevamente en la Cuna, además de paralelamente subir a Pablo a Premoto3”, explican sus padres.
Para los cuatro, “cada entreno, cada carrera, cada viaje es especial, porque compartimos una pasión en familia, uniéndonos más y disfrutando los unos de los otros, ya que entre semana el trabajo no nos lo permite”.
Por eso, por estar cumpliendo un sueño, destacan y agradecen la ayuda de “la ciudad de Gijón, Luminosos Ales, Homologastur, Cemat, Bordisa y Carrocerías Cienfuegos, además de nuestro esfuerzo, como padres y de la escuela Herrero School, para que Pablo y Miguel conozcan este mundo y aprendan de un bonito deporte del que pueden llegar a ganarse la vida”.